En absoluto es obligatoria la ecualización, y si tienes una sala agradecida que no realza ni atenúa frecuencias, ni crea ecos, retardos, desfases, etc. pues entonces mucho menos. El verdadero problema está en que no todo el mundo tiene la suerte de poseer una sala poco problemática, o en que su nivel de tolerancia admita la no ecualización.
En definitiva, que para gustos sonidos y que en este mundillo nada es obligatorio y nada es mejor que nada, si ese nada que elegimos realmente nos satisface (pura subjetividad).
Saludos