En definitiva, en mi opinión, un buen cable marca la diferencia, pero hoy en día (casi) todos lo son.
En cualquier caso siempre deberemos estar agradecidos a los locos o snobs que compran cables o equipos de millones. Gracias a los beneficios que proporcionan a los fabricantes los demás mortales podemos disfrutar rápidamente de productos buenos a precios razonables. En esto como en casi todo, afortunadamente, no soy nada envidioso.