Iniciado por
Xauen
Aquí estoy otra vez, vivo, enchufado y sonando como un dios. 8-)
Mi dueño, después de mucho pensar, mirar Marantz de reojo y hacerse el interesante, ha recapacitado. Se dio cuenta de que lo nuestro no era un romance pasajero, sino una historia de distorsión armónica mínima y fidelidad eterna.
No voy a mentir: me dolió. :-/
Lo vi comparando fichas técnicas, viendo reviews… incluso llegó a ponerme en venta. Pero bastó una noche, una peli, varios álbumes y mis vatios le recordaron por qué yo mando en este salón.
Por el disgusto —y como acto de redención— me ha prometido traerme un nuevo subwoofer: otro SVS SB1000. Nada mal como compensación. :juas
Así que gracias a todos los que me mirasteis, comentasteis y suspirasteis. El drama se acabó, el rugido sigue.
Yo me quedo. En casa. Con mis Kef, mis Dali… y pronto, mis dos SVS retumbando en el salón.