No era por falta de argumentos, pero es imposible explicar algo cuando no te quieren escuchar.
Más que atrevida, yo diría que es incluso temeraria. Esa llamada al principio me encendió mucho, pero cuando fueron pasando las horas me empezó a hacer gracia. Y es que él seguirá pensando que estoy loco, o que soy tonto, y no sabe lo equivocado que está.