Para cine no hacen falta unos altavoces con unas prestaciones tan altas como para música, donde necesitas una buena definición.

La "tontería" de comprar altavoces más orientados para cine a veces es el espacio disponible, el precio o la necesidades de cada uno. Si tienes un salón pequeño no vas a meter unas columnas, y si ves 4 pelis al año no te merece la pena gastar dinero en unos monitores de estantería.