Ja ja ja. ¡Me encanta lo de las jefas! No me digáis que no resultan enternecedoras. El otro día le pedí a una muñeca (no-jefa XD) que me acompañara a probar cacharros, y mientras yo estaba atento al vuelo de una mosca mientras sonaban tremendos amplificadores con músicas y altavoces espectaculares, ella estaba... ¡wasapeando! ¡Qué bueno!