Ay, no te metas con ellas, hombre. Pobrecitas. Que también hay que reconocer que metemos pedazo de cajas como cabinas de teléfono... Ja ja ja. Además, no protestes, que tienen cierta razón en que las casas son suyas. Y si no mírate "Siete novias para siete hermanos" o cualquier película del oeste. En cuanto llega a la casa, ¡les pone firmes a todos! Ja ja ja. Me encanta cuando les llama a la comida y saltan por encima de la mesa y comen como salvajes. Así somos y así son.
Y perdón al compañero por la salida de tema.