Juas, juas, juas, ya te digo, desde ese "accidente" le tengo terminantemente prohibido que se acerque a menos de 2 metros de ellos y le he dicho igual que tú, que ya los limpiaré yo. Las madres son un pelígro para los altavoces .
Por cierto, ya está advertida de que otro mínimo incidente como ese y directa al asilo juas, juas, juas .

Un saludo.