El tubo de la TV es una ampolla de cristal donde hay tres cañones "guiados" por unas enormes bobinas (campos magnéticos) que chocan con el fósforo de la pantalla y lo estimulan dando la imagen que vemos . Ese chorro de electrones se puede desviar por un campo magnético . Es como si hubiese un desfile de soldaditos (los electrones) y de repente se pusiera a soplar un viento huracanado (el campo magnético) que los descoloca de sus posiciones .

Los altavoces funcionan con un potente imán hueco en el que dentro hay una bobina móvil pegada a la membrana del altavoz . La corriente va por la bobina y al estar dentro de ese imán las variaciones de corriente producen variaciones en el campo magnético que provocan un movimiento en la bobina de vaivén (y por tanto de la membrana del altavoz a la que va anexa) y que mueve el aire, creando el sonido que oimos .

Si el campo magnético del altavoz es suficientemente grande y se pone cerca del TV, puede afectar al tubo con los efectos que hablamos.

La solución son los altavoces aislados magnéticamente (los centrales suelen ser así porque suelen estar cerca de la TV) o alejarlos de donde las zonas de su influencia puedan ser nocivas.

Y, efectivamente, una cura que muchas veces funciona, es dejar desenchufada la TV una noche entera . Pero también evitar el problema que produjo eso en su día .

Un saludo.