Es muy complejo meterse en las mentes pensantes de un conglomerado empresarial.
Una pyme, al fin al cabo, se mueve por "pálpitos" de su propietario y le es fácil rediseñar estrategia de producto.

Una multinacional se mueve por los intereses nunca mejor dicho que genera para los accionistas y el consejo de administración y no les duele prendas, cerrar una marca, una factoría o simplemente cambiar la política de ventas de un día para otro.

Por mucho que nos esforcemos, nunca sabremos que sucederá en un futuro de 2-5 años con este mercado, no está ni en nuestras manos ni en nuestras mentes.