Yo me encontré en una situación similar y al principio opté por colocarlos sobre unos pies a cada lado del salón.

Por lo que respecta al sonido no tenía quejas, pero otra cosa fue la molestia de tener los "palitos" siempre por medio, los cables por el suelo recogiendo polvo, los golpes involuntarios que casi los tumban... en definitiva, opté por colocarlos en el techo, orientándolos bien hacia el punto de escucha principal y la verdad, no me arrepiento.

Es probable que se haya perdido mínimamente algo de "situación espacial" del sonido, pero lo cierto es que es prácticamente impercepible, por lo que personalmente a mi me merece la pena colocarlos en el techo, eso si, en caso de optar por esta opción asegúrate de comprar los soportes adecuados que te permitan orientar los altavoces al punto de escucha.

Saludos.