El intrusismo, competencia desleal, el trabajo en negro, en "b" o como se le quiera llamar, tiene muchas más facetas que las vistas a priori, y paso a desarrollar la idea:

Hablar de un solo tipo de economía sumergida (o cualquiera de las otras modalidades citadas), es a mi parecer una aproximación muy simplista del problema real.

El ejemplo que nos viene a todos a la cabeza -quizás por muy extendido-, es el de la persona o personas que realizan una actividad económica "sin declarar" o al margen de la ley. Esto se puede hacer bien "de forma autónoma" o bien por cuenta ajena.
El primero de los casos -autónomamente-, podríamos citar los típicos ejemplos de "fotógrafos" (que no lo son), mecánicos (que no lo son), asesores (que no lo son), y así un largo etcétera. Por otro lado tendríamos el caso de las personas que realizan estas actividades "en negro" pero bajo el paraguas de alguna empresa, es decir, estar dado de alta unas a media jornada y trabajar a jornada completa, cobrar un salario en "a" y otro en "b" (ejemplo de la construcción), etc.

Este tipo de "competencia desleal", no solo se produce a pequeña escala (los ejemplos citados anteriormente), sino a escalas mucho mayores: el ejemplo de UBER (respaldada por sociedades de capital), las ventas de amazon (tributando fuera de España), etc.


Sin extenderme mucho en estas facetas (que todos conocemos y sabemos casos), ahora quiero lanzar la pelota al otro lado: la responsabilidad de los clientes y usuarios, por que existe.

Es fácil "justificar" la búsqueda de estas empresas-pseudoprofesionales-o como se les quiera llamar por un tema estrictamente económico, diría que es hasta lógico y comprensible, pero en muchas ocasiones "igualando" las empresas "legales" esas ofertas y condiciones, se siguen buscando estos "profesionales b".... ¿por qué ?, ¿ por alguna extraña sensación de pillería ?, ¿ por seguir la corriente ?, ¿ para que no se lo lleve el estado ?... No se trata de ninguna pillería, de hecho hay empresas capaces de hacerlo "legal" si competir de tu a tu con otras empresas del sector en fiscalidad (por ejemplo), y el hecho de que repercuta en el Estado -nos guste o no- es positivo.

Muchas veces el cliente buscando estos servicios o productos, puede encontrarse con empresas o profesionales que hacen el verdadero esfuerzo de "igualar" esas ofertas kamikazes, a base de perder o dejar de ganar dinero, simplemente por sobrevivir en el mercado y poder competir, pero pagando sus impuestos, ofreciendo sus garantías, etc.

El estado, tan culpable como el resto de los protagonistas: legislaciones permisivas con el gran capital con normas casi hechas a medida en algunos casos), subvenciones para grandes empresas, contratas despilfarradoras, subvenciones no controladas y sobre todo con una falta evidente de fiscalización (control) del dinero público y de las actividades económicas (del tipo que sean).

Todo este cóctel es una mezcla explosiva para una economía y para la sociedad: Precios "reventados", salarios por los suelos, legislaciones "singulares", pocas garantías para el usuario/consumidor, escasa recaudación, inseguridad laboral, etc. todo esto a la larga siempre trae sus consecuencias y aquí todos podemos poner nuestro granito de arena.