Un articulo fabuloso que invita a la reflexión.
Hace unos días pude contemplar como había muerto el SSD de un conocido, y resultó fulminante. Visto y no visto. Estaba viendo un dvd (se supone que no estaba usando el disco SSD), se bloqueó el portátil, y al reiniciar ya no había SSD. Imposible sacarle datos. Era nuevo, una pena.