Si no se aplican ciertas correcciones, como políticas de paridad, la desigualdad posiblemente acabará reduciéndose o desapareciendo con el tiempo, pero tardará muchísimo más. Por ejemplo, volviendo al ejemplo del escaso número de mujeres en puestos de relevancia, si en el consejo de administración de una empresa tenemos a 20 hombres (en general personas mayores no precisamente "progres") y sus sucesores los eligen ellos mismos a dedo, suponiendo que hay un conjunto de varios hombres y mujeres con capacidad para sustituírlos, ¿a quién eligirán? ¿a uno de los hombres, con quien probablemente sean amigos y hayan compartido charlas y comidolas, o a una de las mujeres, con quien seguramente tengan mucha menos afinidad? Esa sería una de las muestras del llamado "techo de cristal" al que se enfrentan las mujeres y que les dificulta alcanzar puestos de responsabilidad.
Si no se hubieran aprobado medidas de paridad en los partidos políticos seguiríamos teniendo un Gobierno compuesto por una mayoría abrumadora de hombres, como en los años 80. Y eso no quiere decir que los gobiernos con paridad sean ni más ni menos eficaces, pero lo que cambia radicalmente es el mensaje que cala en la sociedad: que las mujeres son meras comparsas que no pueden tomar decisiones importantes (Gobierno años 80) o que las mujeres tienen la capacidad de tomar las riendas de un país.
Con la discriminación positiva no se pretende perjudicar a un género sino evitar que las consecuencias de siglos de discriminación sigan provocando discriminación en el presente, aunque esa discriminación ya no se estuviera aplicando de forma activa en este momento. Y es algo con lo que, de manera general, estoy de acuerdo. Sé que en algunos casos provocará injusticias porque es imposible aplicar ese tipo de políticas con precisión de cirujano, pero en mi opinión no aplicarlas es mucho más injusto todavía.
Un artículo que considero bastante decente:
La tan polémica discriminación positiva >> Mujeres >> Blogs EL PAÍS
Saludos.