Parece una broma del April's Fools Day (el día de los inocentes en Estados Unidos), pero no, ese día ya pasó... Thorsten Heins, nada menos que el CEO ("jefe") de BlackBerry ha realizado unas polémicas y sorprendentes declaraciones en las que se muestra convencido de que el mercado de tablets, tal y como ahora lo conocemos, no tendrá razón de ser en un plazo de 5 años.

No sabemos si hablaba bajo los efectos de algún fármaco o sustancia psicotrópica, pero sus palabras textuales en una entrevista concedida ayer en el Insituto Milken de Los Ángeles fueron:

"En 5 años no creo que haya razón para tener una tableta". [...] "Quizás puedas tener una gran pantalla en tu espacio de trabajo, pero no una tableta como tal. Las tabletas por sí mismas no son un buen modelo de negocio."

Y nada, se queda tan ancho el señor. No tenemos ni que molestarnos en citar las escandalosas cifras de ventas que manejan otros fabricantes de tablets como Apple, Samsung o Google. Sencillamente debemos apelar a la lógica. Desde que Apple introdujera el primer iPad hace ya 3 años, el mercado de tablets no ha dejado de crecer, canibalizando incluso las ventas de PCs y Macs en lo que Steve Jobs llamó con acierto la era Post-PC.

Desde que el 3 de abril de 2010 se presentara el iPad y la celosa competencia lo tachara de "iPhone grande", poco a poco todos los fabricantes se han dado con el muro de la realidad: frente a lo complejo de un PC, las tablets son cómodas, sencillas de utilizar, no se cuelgan, no sufren ataques de virus, y sirven a toda la familia. Es difícil imaginar que en 5 años sean un mercado en recesión, a no ser que Thorsten Heins sepa algo que el resto de expertos y analistas en nuevas tecnologías ignoren.

Puede que la explicación a este despropósito sea tan sencilla como aparenta: Las ventas de PlayBook, la tablet de BlackBerry (y una de las primeras copias del iPad), fueron desastrosas, y dado el declive de la compañía en los últimos años y su pérdida de perspectiva comercial, es muy probable que las declaraciones del señor Heins no sean más que un "wishful thinking"; un pensamiento deseoso, que parte de la incapacidad de su compañía para competir en un mercado tan agresivo y dominado por el trinomio Samsung-Apple-Google.

Fuente: Bloomberg