TP-LINK es una marca que ofrece un enorme abanico de productos que facilitan el acceso a redes domésticas. Uno de los últimos aparatos que nos han llamado la atención es el TP-LINK TL-WR710N. Para no perdernos en jerga técnica, lo explicaremos de forma que se entienda fácilmente:

Se trata de una cajita pequeña que tiene un puerto USB y dos entradas Ethernet. El aparato se enchufa a cualquier toma eléctrica de la pared, y sirve para:

- Repetir la señal de una red WiFi ya existente: Por ejemplo, si en casa la WiFi no nos llega a todas partes, el TL-WR710N se encargará de extender esa señal a mayor distancia, colocándolo en un punto intermedio.

- Compartir archivos por WiFi o Ethernet: Conectando un pendrive de memoria al USB, el TL-WR710N se encargará de hacer que esos archivos estén disponibles en red.

- Crear una WiFi a partir de una red local: Si por ejemplo tenemos un cable modem o un ADSL sin WiFi, simplemente conectando el TL-WR710N por Ethernet podremos extender la conexión de Internet via WiFi.

- Repetir la señal de un dispositivo 3G: Si tenemos un iPhone u otro smartphone 3G que puede compartir su conexión, el TL-WR710N podrá repetir y ampliar esa señal, lo que es muy útil porque generalmente el alcance de la señal de un smartphone es limitada.

- Cargar el tablet o smartphone: El puerto USB también sirve para cargar cualquier dispositivo portátil.

Es como un 5 en 1 fantástico, y todo ello en una cajita de pequeño tamaño. Una solución estupenda cuando nos alojamos en un hotel que solo ofrece conexión por cable, o cuya recepción no es del todo buena. O, como decíamos, para extender la señal en casa. Y encima nos carga el móvil.

Lo mejor de todo es que al ir a buscarlo en tiendas hemos visto que tiene un precio muy competitivo: desde 27,86€ + envío en Amazon, o 32,70€ su versión inglesa en Amazon.

Más información: TP-LINK

Por cierto, si queréis saber la mejor forma de compartir Internet en una red doméstica, sin interferencias y a una gran velocidad, no os perdáis el gran artículo de pablopi:

PLC: Utiliza la red eléctrica de tu casa para ir más allá del wifi