FRIEDRICH GULDA (1930-2000), pianista vienés, es una referencia interpretativa y estilística en las grandes composiciones clásicas. Formó parte de la troika pianística vienesa junto a Jörg Demus y Paul Badura-Skoda, grabando una de la más famosas (junto a las de Kempff, Arrau y Gilels) integrales de las sonatas de Beethoven durante de los 50 para Decca *y otra en 1967, ya toda en estéreo, para el sello austríaco Amadeo.

Tuvo entre sus alumnos a la argentina Martha Argerich, aquí los podéis ver juntos en *1955.


Martha consiguió de Perón que nombrase a sus padres miembros de la embajada en austria para poder estudiar con Gulda, y no es dificil difícil imaginar la fascinación que una figura como Friedrich Gulda -con su modernidad, su ascetismo, sus nuevos tiempos, su postulado de que la expresión no debe declamarse- debió ejercer sobre la joven Argerich: "Nosotros éramos del bando de Gulda y éramos capaces de pelearmos por la causa. La expresión en Gulda era algo que pasaba más inadvertido. Gulda hacía todo sin apoyarse en cada cosa, y a mí me gusta esa forma understatement, sobreentendida."

En el cenit de su carrera, se dedicó a componer e interpretar jazz, creando y participando en bandas de jazz, realizando numerosas grabaciones, *se le consideró un "enfant terrible" por los de su gremio.

Aquí lo tenéis interpretando al saxofón en 1963 y con Chick Corea en 1984