En una jugada sorpresiva, el gigante de los dispositivos electrónicos Samsung anuncio que dejará de vender en el mercado Japonés sus productos para el consumidor final. Sin embargo, la compañía seguirá vendiendo productos como sus chips de memoria y paneles LCD directamente a otras compañías. A a la compañía le ha costado mucho mantener la rentabilidad en el mercado japonés, que representa menos del 1 por ciento de sus ventas mundiales que ascienden a los $9.000 millones.