
Iniciado por
catafracto
No creo que Alex de la Iglesia cosechase a muchos nuevos amigos tras su discurso en la gala de los Goya; sin embargo, se quedó corto a mi parecer, pues debería haber enfrentado a todos sus colegas a su propia miseria como "industria cinematográfica"... Aunque tal vez sea pedir demasiado al director que ha perpetrado un desatino como Balada triste de trompeta.
En general, la ceremonia de los Goya nos volvió a mostrar lo de siempre: una "industria" autista, provinciana (salvo honrosas excepciones), incapaz de conectar con la mayoría de la sociedad española, cuyos gustos y preferencias audiovisuales van por otros derroteros, incapaz (salvo excepciones otra vez) de hacerse la más mínima autocrítica, que ha generado una forma de hacer cine absurda, olvidando que el mal llamado "Séptimo Arte" no es -en esencia- más que un espectáculo de masas, un entretenimiento, y no un terreno para dar rienda suelta a las obsesiones y egos desatados de muchos "creadores" que se creen que si al gran público no le interesa lo más mínimo "su" película es porque se trata de una masa de espectadores aborregada y analfabeta, incapaz de apreciar el profundo mensaje de "su obra". Una "industria" totalmente dependiente de las subvenciones públicas (la gran "triunfadora" de la noche, la película catalana "PA NEGRE" costó 4 millones de euros, de los que 3,4 millones salieron de las arcas públicas y sólo ha sido vista por poco más de 160.000 espectadores), incapaz de innovar, de profesionalizarse, de buscar financiación independiente, de saber vender sus productos. Y así nos va.
Desde mi humilde entender, la histórica crisis del cine español sólo entrará en vías de solución cuando:
1) Deje de considerarse al cine como una "actividad cultural" y se apueste por lo que realmente debe ser: una industria de entretenimiento.
2) Se estimule la fusión de productoras para dar lugar a empresas con capacidad de autofinanciación. Si ello obliga a que esas productoras sean ramas de grupos de comunicación o emisoras de TV, pues que así sea.
3) En relación con lo anterior, que se acabe con el actual sistema de subvenciones públicas. Estas sólo deben darse a los directores y productores noveles, no a gente ya "consagrada". El que quiera hacer una película, que se busque la financiación a través de una productora. En todo caso, podrían darse ayudas para la promoción y exhibición de la película.
4) Se reduzca drásticamente el número de películas rodadas: es absurdo que se rueden 100 películas al año y que no se estrenen ni la mitad.
5) Se respete y promocione al guionista. En este país estamos sobrados de directores amigos del "yo me lo guiso y yo me lo como", que escriben, producen, dirigen e incluso interpretan. No se puede ser bueno en todo. El guionista debe ser un profesional como lo es un técnico de sonido o de efectos especiales. No mezclemos las cosas.
6) Por favor, olvidémonos de una dichosa vez de la Guerra Civil y de la posguerra. A la gente que la vivió (nuestros padres y abuelos) no les interesa recordarla y a las nuevas generaciones les trae al pairo. La historia de España da para mucho más.
7) Más películas como "LA CAJA 507", "ÁGORA" (con todos sus defectos), "EL HORFANATO" (con los suyos) o "LA CELDA 211" y menos "EL SOL DEL MEMBRILLO".
Saludos