Bueno, pues ya están puestos y probados. Son preciosos y quedan de puta madre en el salón, cosa importante si se tiene que tener contenta a la mujer.
Una vez abiertos y puestos en sus respectivos lugares hemos podido comprobar que son mucho más grandes de lo que en principio pensamos que serían, de hecho nos ha resultado imposible poner la columna derecha y el subwoofer al lado. Este último es bastante estrechito, pero excesivamente profundo y alto, de modo que sobresalía del mueble que tenemos, que es de estos modernitos que son muy bajos. Así pues, el subwoofer lo hemos puesto en la esquina de la derecha, algo alejado del frontal. Compré un excelente RCA de 5 metros para su conexión.
Otro problema importante ha sido el central. Es muy grande, al menos en comparación con el que antes teníamos puesto, y nos daba varios problemas importantes: por un lado mi Panasonic VT 20 3D es tan bajo su pedestal que el altavoz me tapaba algo de la parte de abajo de la imagen; por otro lado, la zona de los infrarrojos está en la parte central y al ser tan grande el altavoz no me dejaba cambiar de canal y daba fallos la generación del 3D. Así pues, la solución ha sido comprar en Carrefour un soporte Vogels y hemos puesto la tele colgada, ocultando todos los cables y así se ha generado un espacio bastante grande, en el que ahora cabe perfectamente el altavoz central justo debajo de la tele (sitio idóneo donde debe ser colocado para la escucha), quedando el conjunto de maravilla. Ahora la tele se ve incluso mejor y parece más grande, al estar en alto y se ha mejorado muchísimo la sensación 3D, dado que antes la teníamos excesivamente cerca y las imágenes que salian mucho de la pantalla se aproximaban tanto que nos terminábamos poniendo vizcos, y esto se ha solucionado totalmente.
Los soportes traseros son guapísimos y muy fáciles de montar. Los altavoces 2010 encajan a la perfección y van atornillados al soporte, de modo que los riesgos de posible caída son ínfimos.
Todas las conexiones llevan baño de oro y son de excelente calidad. El acabado general es inigualable; nosotros los hemos pillado con exterior black gloss y tienen un color y brillo precioso. Cada altavoz viene con un libro de instrucciones y.... un par de guantes¡¡¡ sí, para no dejar las huellas cuando se manejen y llevan una especie de fieltro por uno de sus lados para poder echar en ellos una solución de agua jabonosa y usarlos, una vez puestos en las manos, para la limpieza de la superficie de los altavoces, y así evitar que puedan rayarse. Al contacto y si se dan pequeños golpecitos con los dedos se vé que tienen dureza y gran resistencia, gracias a la madera de alta densidad que poseen.
Las columnas frontales aceptan biamplificación y así las he puesto yo. Compré cable de cobre libre de oxígeno de buena calidad para conectarlos.
Las columnas vienen montadas sobre unas plataformas de acero cortado con láser y llevan en sus esquinas los agujeritos correspondientes en los que insertar las agujas de desacople que se suminstran con el conjunto. Además, vienen en una bolsita cuatro gomas para ponerlas en las agujas, de modo que se evite el rayar la tarima o el parquét y facilitar su desplazamiento sin provocar daños al suelo (os recuerdo que pesan "sólo" 22 kilos cada una). El Subwoofer también trae ese juego de agujas y gomas que os he comentado. Por su parte de atrás, al igual que el resto de altavoces, poseen el típico orificio de salida.
Todas las conexiones se hacen por la parte de atrás y están por debajo de todos los altavoces de modo que los cables quedan perfectamente disimulados. En el caso del Subwoofer viene una tapa que debe ser retirada para hacer las conexiones; el cable de luz y el RCA se meten por debajo (existe un agujero para dicha tarea) y luego se pone la tapita, de modo que no se ven molestos cables por ningún lado. Por detrás del Subwwoofer existen las típicas ruedas para regular el nivel, la frecuencia de corte y alguna pijada más. También nos encontramos una serie de palanquitas para regular detalles como la sensiblidad a la hora del autoapagado del sub, la fase, regular si los altavoces del sistema están ventilados o no, etc. Todo un lujo, porque además al quitar la rejilla frontal se ve que dispone de dos espectaculares woofers.
Bueno, pues eso, que me enrrollo en demasía; una vez colocado todo (espero adjuntar fotos) faltaba lo fundamental, encender mi Onkyo SR 608 y visionar cosas para probarlo. Lo primero que me llamó la impresión era la magnitud de los graves. Sonaban demasiado, hasta el punto de que se terminaban comiendo a otras frecuencias medias. El subwoofer lo tenía puesto a nivel medio, pero aún así sonaba demasiado (os recuerdo que lo tengo en una esquina). Las torres también emiten muchos graves por su cuenta, de modo que en cuanto una secuencia tenía "marcha" el sistema me saturaba la sala y empezaba a retumbar en demasía. Está claro que este sistema de altavoces sirve para llenar perfectamente un salón enorme, pero el mío sólo tiene 22 metros cuadrados como mucho. Así pues, estaba claro que faltaba configuración, porque pusimos una peli y retumbaban las paredes y el suelo de la habitación del otro extremo de la casa, jajaja.
Así pues, puse el Audissey (micrófono piramidal omnidireccional que posee el Onkyo para facilitar la configuración de los altavoces). Lo monté en trípode y lo fui pasando por cada una de las plazas del sofá, tal como me indicaba en pantalla el Onkyo. Finalmente, tras hacer sonar a todos los altavoces y hacer sus cálculos y comprobaciones, el resultado fue una serie de cambios en todos los canales. Me bajaba 8 dB el subwoofer, 3 el central; me subía 3 a los surrounds. Además me cambió las frecuencias de todos los altavoces y me configuró las distancias y los retardos de todos los elementos. Una vez memorizado todo puse de nuevo unas cuantas pelis y el resultado fue increible. Ahora el sistema está perfectamente equilibrado y acorde con la acústica de mi salón. Los bajos suenan en su justa medida y están muy bien integrados. Suenan los medios y agudos fenomenalmente bien y no se saturan ni ocultan con las frecuencias bajas. Las secuencias de acción ahora son un lujo, sin saturar, retumbar ni molestar como lo hacían antes. En resumen, una gozada. Además el Onkyo SR 608 tiene la posiblidad de conectar esa configuración para todo lo que se escuche o anularla, cosa que prefiero hacer con la música, dado que ahí las frecuencias bajas no molestan como en las películas. Por otro lado, existe la posibilidad de activar el Volumen dinámico Audissey, con excelentes resultados para escuchar muy bien las películas en bajo volumen, por ejemplo por la noche, para no molestar, reduciendo (según se desee) las diferencias bruscas de volumen.
Así pues, en definitiva, que estoy muy satisfecho y contento con mi compra. Finalmente tengo un peazo de sistema, con una calidad muy digna (supongo que los habrá mejores, pero mucho más caros) para el límite presupuestario que tenía: el Onkyo SR 608 me costó en Redcoon 429 euros con envío incluído; los altavoces en Supersonido me costaban 809 euros, pero con el impresionante acabado Black Gloos se fueron a los 989, más 98 en la pareja de patas para los traseros, más 42 euros de gastos de envío; a esto hay que sumar 23 euros en el RCA y 37 euros en cables de audio libre de oxígeno, y un capricho final de auriculares Sennheiser HD 515.
Pues nada más, si a alguien le interesa algún aspecto más que me pregunte, que con mucho gusto os lo comentaré.
Saludos.