La diferencia cualitativa entre altavoces, no es medible. Tu eres el que decide si la mejoría que te aporta un altavoz de 60.000€ respecto de uno de 1000, te compensa. Lo que para tí son pequeños matices, para otro puede ser un mundo.
Como aficionado a esto y especialmente si tienes novia/mujer, sabrás que para el resto de la humanidad, apenas existe diferencia entre los altavoces que te regalan con el PC y unas Wilson Audio.

Como siempre, aparte de otros factores, el bolsillo es el que decide. Si no tuvieras ninguna limitación económica y por tanto tuvieras una sala perfectamente tratada y de un tamaño considerable para tu disfrute, te comprarías los que más te gustasen, sin mirar la etiqueta. Con seguridad estos serían de los de 60.000 y no de los de 1000.

La realidad de la mayoría, es que el equipo está en el salón, no tienen un presupuesto ilimitado y satisfacer esta afición, le supone esfuerzos y sacrificios.

Por tanto, lo que hay que saber encontrar, es el equilibrio: "Estas cajas me satisfacen plenamente, aunque sepa que hay otras mejores" o "Estas cajas no me satisfacen plenamente, pero no debería rehipotecar la casa...".

Pero lo primero sobre lo que deberíamos concienciarnos, es sobre el tratamiento o acondicionamiento de la sala. Aunque esta sea un salón, se puede mejorar mucho sin convertirla en un estudio y podemos mejorar el resultado final exponencialmente con una inversión mínima.