Bueno, llevo varios años trabajándome el tema de la acústica de mi salón (45 m2 en forma de L, diferentes alturas de techos, 6 ventanales,...).

Mi modesto equipo estaba compuesto por un HK AVR3550, DVD Sony (no recuerdo de memoria el modelo, pero de gama media), Reproductor de CDs Technics, cajas frontales B&W Vision DS4, central B&W LCR60, traseros B&W DM601 S3, subwoofer Rel Quake.

El caso es que el uso que le doy es en un 95% para música en estéreo (casi un 80 % de ésta clásica; un 10 % jazz y el resto pop-rock), siendo la reproducción de música/cine multicanal totalmente residual. Con estos frontales el sonido tenía mucho cuerpo, pero carecía de definición en medias y altas frecuencias. La escucha de grandes orquestas se apelotonaba en la zona alta, y las voces carecían de matices.

Si por algo se caracteriza mi HK es por una generosa entrega de corriente (28 A), y eso lo posiciona bien dentro de los equipos de su nivel. El caso es que EMHO las cajas Jamo D590 tienen su peculiaridad en la gestión de los graves y tengo entendido que no casan bien con muchos amplificadores. Además, por el uso que hago del equipo, creo que las posibilidades de mejora pasan por un ampli estéreo dedicado.

No me considero un comprador compulsivo y soy consciente de la gravedad de nuestra enfermedad. Me gusta planificar las cosas con tiempo. Por eso planteo ahora esta cuestión, con vistas a decidir si realmente necesito la nueva máquina o no. En caso afirmativo quiero empezar ya a escuchar equipos y si me salen las cuentas agenciarme en primavera un nuevo ampli estéreo.