Se supone que la aparición del DSD solo aporta soporte anti copia (DRM), que los otros formatos no tienen, añade un mecanismo extra en la codificación, eleva el estándar de distribución a 24bits/192khz.
Cualquier formato lossless con esa codificación sonará (virtualmente) igual, digo virtualmente, por que también habrá alguna diferencia teórica (que debiera ser inapreciable) en el momento de codificar y descodificar.
No entiendo a día de hoy, por que el tamaño de los ficheros ha de ser un problema, los tamaños de los reproductores ya son lo suficientemente altos para albergar video, el audio siempre ha ocupado mucho menos.
El DSD también ofrece soporte multi canal, no digo que sea necesario, pero otros formatos se verán descartados en las comparativas por no soportar esta característica.
Las diferencias cuando hay compresión pero con altos "bit rate" se apreciaran con equipos de gama alta, en ciertos pasajes de estilos musicales concretos, detectándose con oídos entrenados y comparando directamente con una fuente sin comprimir.
Si a eso le sumamos el ruido de fondo del lugar de escucha y las características de la sala.
Reducimos tanto el número de usuarios que escuchan el audio en esas condiciones, que explica por qué nadie ha tenido prisa por pasarse a estos formatos.
Si se vuelve a hacer hincapié, es por que se necesitan argumentos de venta para dinamizar el mercado de contenidos y de hardware.