A ver.
No hay reglas : la configuración depende de las cajas de cada uno, de su ubicación y de su sala. Y luego, por último, de los gustos de cada uno, pero obviando esto último, mi configuración seguro es distinta a la de Manuel, Deboi o la tuya.

La mía, seguro que es la mejor en mi caso, pero lo mismo, no sé, a Deboi le va fatal, en cine y en música. Y la suya, seguro que le va genial, pero seguramente, a mi no me iría bien.

La música, se puede mezclar perfectamente en 5.1 (o en 5.0) y no tiene por qué tener más o menos fuerza el sub o más en el central : en música, lo mismo en el central hay menos señal que en cine, depende de qué quiera hacer el ingeniero.
Pero, en cualquier caso, si el equipo está bien configurado para cine, en música ante una grabación 5.1 ORIGINAL, debería de sonar CLAVADO sin tener que tocar nada.

Por tanto, si aparece exceso o defecto de graves en música, es que no estaba bien configurado para cine y eso es lo que hay que revisar. Lo que pasa, es que el cine tiene sonidos digamos artificiales que realmente no sabemos cómo deberían de sonar. Quiero decir que un exceso de graves en cine, puede que nos mole y nos dé espectacularidad, pero tal vez esta sonando en exceso y la realidad es que teníamos exceso de graves en cine, y al poner música, pues la cosa se descojona.

Tal vez, lo suyo es hacerlo al revés : retocar con música hasta clavarlo. Y así debería de sonar en cine, porque lo que va bien en música, va bien en cine, pero al revés no siempre pasa.

¿Que nos mola más contundencia en cine? Pues fácil, haz una marca en el pote del sub y lo subes hasta esa marca cuando veas una peli.

Pensad en dos cosas : la directividad de las bajas frecuencias por una parte, según el corte que pogamos y las cancelaciones de fase o lo contrario, que son fenómenos que aparecen cuando se enfrentan ondas sonoras por todas direcciones, que no es igual 2 cajas que cinco y el problema de afinar 5.1 es más complejo que 2.0 o 2.1.

Al final, por mucho ajuste automático que se haga, es posible que haya que dar un retoque final manual a oído (y siempre con el toque-gusto particular de cada uno), sobre todo, con el sub.