Sobre el tratamiento dice que en un salón un "perfectamente satisfactorio espacio de escucha" se puede conseguir con una buena alfombra y cortinas, muebles tapizados, estanterías, libros, mesas, lámparas, etc. Al final el buen sonido empieza en unos buenos altavoces y si lo son el resto es sencillísimo. Si no son buenos, ningún tratamiento o ecualización los hará serlo.
La única excepción es con los graves en salas muy pequeñas.