Ellidernano,

Pues no tengo mucho que añadir a lo que has dicho. Creo que efectivamente el mercado pone -EN GENERAL- las cosas en su sitio, en el sentido de que nadie, ningún Gran hermano, ninguna Agencia de Planificación, ningún grupo que se considere dueño de la verdad, debe decidir qué, cuándo, cómo y a qué precio se consume. A veces el mercado falla y se justifica la intervención estatal, pero no creo que sea por cierto el caso de los productos comentados en este hilo, donde hay suficiente competencia.

En ese sentido afirmaciones como: "es que lo que no puede ser es que la gente prefiera esto a aquello"; "cómo es posible que alguien se gaste tanto en tal cosa?"; "lo que tiene que haber son productos de calidad a un precio justo"; etc., etc. me parecen ideas bien de charleta irrelevante bien intervencionistas de narices si quien las expresa es un político.

Saludos