Pués alguna planta (aunque sea de las de plástico) en algún lugar estratégico, o alguna estanteria con libros cambiada de sitio pueden incluso llegar a obrar milagros en una sala. El secreto esta en probar y probar hasta que nos vayamos acercando al sonido que queremos.

Una lástima lo de la alfombra. Aunque siempre te quedará el invierno para escuchar tu equipo en condiciones.

Preparate unos cuantos desayunos andaluces y rompete la cabeza los resultados te pueden compensar de sobra.

Saludos cordiales