Yo pienso que la única razón para optar por un portátil o un sobremesa, no es la reparabilidad o la compatibilidad entre componentes (hace unas décadas vale, ahora los componentes son todos compatibles entre sí, otra cosa es la sinergia entre ellos) sino la movilidad que va a tener el equipo. Se puede tener un equipo de sobremesa al que no le puedes cambiar más cosas que a un portátil: los todo en uno, o sea pantalla y componentes en un mismo chásis.

Lo tengo claro: si no lo vas a mover compra un sobremesa, el que sea, torre montada por ti o a tu gusto, montado por una marca o todo en uno. Ahora bien, si lo vas a usar fuera de casa, un portátil porque no te queda otra. Tienes que poner en una balanza la movilidad versus el rendimiento. Los por "si acaso" cuando lleguen (si llegan, que en diez años no te han llegado) ya se solucionarán.

Saludos.