Los premios importantes no dan prestigio a los premiados. Es al revés, son los premiados los que dan prestigio a los premios, aunque parezca paradójico.

Si los suecos dieran el Nobel a compatriotas suyos a la miníma oportunidad no serían una referencia tácita en ciertas areas del conocimiento.

Fernando Alonso es muy buen chaval, seguro que tiene un brillante futuro y que cuando se retire dentro de muchos años se habrá ganado a base de trabajo un Principe de Asturias. Pero premiarle ahora es demasiado localismo ¿no existe un premio llamado "asturiano del año" o la medalla de oro y brillantes del Principado de Asturias? Esa es la que supongo que por iniciativa popular le corresponde en este momento.