No quería decir que esté exenta absolutamente de riesgo, pero vamos, las proporciones son las que son. Incluso con el empeoramiento de las condiciones (todo lo que mencionas sobre la devaluación de la valoración de la profesión es cierto) lo del niño este de la ballesta es, de momento, algo anecdótico. Horrible, pero por suerte anecdótico.