Un par de noticias.
Hilo antiguo pero viene bien para alegrarse por ello.
Quedan cosas pendientes, crímenes por resolver; pero aquello, dicen, ya se acabo.

Como decía wynton más arriba:

¿Es entonces todo maravilloso y se arregló el asunto? Pues no, claro que no. Las victimas fallecidas no resucitarán. Sus familias no verán que el sacrificio de sus seres queridos les compensó de ninguna de las maneras. Nada ha avanzado "gracias" al terrorismo. Todo se podría haber conseguido dentro de los cauces políticos parlamentarios democráticos. Y más.

Victimas y familiares de las victimas irán a comprar el pan al mismo sitio donde irán gentes que apoyaron y simpatizaron con los asesinos. Y no se van a abrazar ni a besar. Ni a simpatizar. Ni a empatizar. Y nadie va a cambiar su forma de pensar de la noche a la mañana.

La violencia no tiene arreglo. Esa es "la gran putada".

Dicho esto, la noticia es buena aunque pudiese haber sido mejor. También hubiese podido ser peor. Démosle su dimensión práctica y aprovechemosla.
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