El relato de violencia de Llarena acaba de recibir un Zass de proporciones cósmicas en toda la boca...la rapidez y la no admisión siquiera a trámite es de una contundencia espectacular.
Rebelión, o alta traición, nada.
Malversación? Estudiémoslo.
Qué diferencia de criterios...estamos tan embebidos en las piruetas semánticas de la literatura de Llarena que lo evidente se convierte en sorpresa mayúscula...va a ser que al final lo de Tejero y esto no eran lo mismo...cosas veredes...