Más allá de cuestiones nacionalistas, que crispan los nervios de unos y de otros, y aún reconociendo el carácter de Lengua al idioma catalán, es una pena tener que excluir el uso de la lengua castellana y perder ese conocimiento. Mi empresa tiene su central ubicada en Cataluña y la verdad, me da rabia que me envíen escritos en castellano con faltas de ortografía, por mero desconocimiento de la misma. Es una pérdida de riqueza cultural.
Dicho esto, dos aclaraciones:
- En este caso no se excluye el castellano, se obliga a que todos los comunicados incluyan el catalán.
- La disputa de prioridad de idioma no es entre español y catalán, sino entre castellano y catalán. El español es algo de lo que podemos hablar fuera de nuestras fronteras (con Francia, Inglaterra, etc). Cataluña, que yo sepa, sigue siendo España y, al igual que el resto, está obligada al cumplimiento de la Constitución, en todos sus puntos.