Lo peor es que nos quejamos de los de arriba, los que vemos por la tele, pero esto igual es la tienda de ropa de la señora Montse, esa del barrio tan maja que tiene la lencería tan bonita, que compra en el mercado y se queja de a dónde vamos a parar con la juventud contrabajo tan precario, y Ay! que mi hijo se ha tenido que ir a Alemania y lo veo menos que el del anuncio de Marcilla.