
Iniciado por
jmml
dicho lo anterior, vuelvo a enredar con algunas ideas, o balbuceos
es divertido
digamos que enfrentamos el asunto bajo premisas enteramente laicas
digamos que un individuo es propietario de sus genes y de lo que esos genes puedan producir
digamos, por lo mismo, que uno es único dueño de su vida y de las vidas que engendra, en tanto éstas no pueden mantenerse por su cuenta
desde ese punto de vista, un suicidio y un aborto no diferirían gran cosa, pues en ambos, la persona consciente, el propietario, por decirlo así, de la vida, toma una decisión que sólo lo afecta a él o a lo que él es capaz de generar (doy por hecho que, en caso de aborto, el padre se desentiende)
olvidemos la palabra crimen, u homicidio, o cualquiera otra que pueda connotar algún tipo de acusación de naturaleza moral hacia el protagonista
hablemos de actos, y de actos deseables o no deseables, en tanto que su consecución nos produce placer, sensación de bienestar o similar
¿es un acto deseable el suicidio?
goethe, en el werther, propone la teoría de que, así como el cuerpo, llevado al límite de su resistencia física por la enfermedad, llega un momento que se rinde y deja de luchar, también la mente, asaltada por las circunstancias, llega un momento que no concibe otro designio que el de extinguirse para dejar de sufrir
la teoría de goethe es brillante, incluso plausible: explica el hecho y explica sus causas, pero, en realidad, no nos dice nada sobre lo que nos interesa, quizá porque no hace mucha falta: él sólo pretendía escribir una novela, no un tratado de filosofía
desde el punto de vista de un ser humano, el suicidio de otro ser humano no es un acto deseable, no produce ninguna clase de placer ni de bienestar a nadie, y menos que a nadie, a quien lo interpreta; el suicidio de un ser humano es un tremendo fracaso de un proyecto vital y del entorno que lo contiene
calificarlo de crimen o de homicidio, o satanizar a su protagonista por ello es totalmente indiferente por más que también una estupidez; pero eso, su inocuidad legal y moral y o de cualesquiera otras clases no son argumentos para establecer el suicidio como una norma de conducta tan eficaz y tan satisfactoria a la hora de rehuir los problemas como cualquier otra que implique vivir y afrontarlos
una sociedad donde el suicidio estuviera regulado y prescrito como, por ejemplo, una más entre las soluciones eficaces contra la depresión sería una sociedad de tarados
una sociedad donde el aborto se regula y prescribe como uno más entre los métodos de control de natalidad debe ser también una sociedad de tarados
digo yo, así, a lo laico y tal
propicios