Son muchos factores a tener en cuenta.
Hoy en día el principal o casi principal es el del "status" de le empresa y de su viabilidad presente y futura.
Todos conocemos de empresas recién aterrizadas que pretenden levantar el personal con solo agitar la bolsa de la pasta. Entiendo que se te valora como buen profesional, pero a veces olvidamos que el "pedigrí" también lo da la empresa para la que trabajas.
Yo tengo un ejemplo ya lago lejano en el tiempo de alguien muy joven que trabajaba en la más poderosa internacional de la informática por aquellos tiempos, ya ganaba una pasta gansa y por supuesto la formación que daba esa empresa era muy del agrado de la competencia que quería hacerse nicho de mercado. Pongamos que, como ejemplo ... trabajas en IBM ... ganas una pasta gansa y te forma la gran blue ... en esto que viene Olivetti y te quiere fichar para su flamante filial informática ... y no te ofrece el 28% más ... el 300 % ... pues tentador ¿no?.
El tema es que no mucho después IBM era IBM y los otros habían desaparecido del mapa.
Por cierto por avatares de la vida esa persona acabó trabajando en SAP un tiempo.

Hay que tener en cuenta lo que aporta al currículo la marca para la que se trabaja y la formación que te da. O el eterno dilema de ser cabeza de ratón o cola de león.

Además hoy en día lo que te pongan en un contrato es papel mojado, las condiciones contractuales salariales te las pueden cambiar cuando quieran ... ya te digo que si solo es pasta lo que te ofrecen ... no se.

Saludos.