Intentemos arrojar algo de luz en este espeso tema:

Las mujeres son la parte inteligente de la especie. Desarrollaron el lenguaje (su cerebro está más preparado para ello) para manejarnos a nosotros, pobres cazadores que con dos silbidos y medio meneo de cabeza somos capaces de transmitir todos los mensajes necesarios. Además, poseen algo que los varones tardamos años en encontrar: la parte del cerebro que evalúa riesgos no madura hasta los 25 años en los varones (luego el descerebre de los adolescente tiene una base anatómica). Y encima tienen desarrollada la inteligencia social de forma que desde pequeñas tienden a "asociarse en grupos".

Por todo ello, las mujeres se llevan transmitiendo información sobre cómo manejar a los hombres desde hace milenios, de unas a otras, de mayores a pequeñas (¿han escuchado alguna vez las conversaciones en la cocina de las mujeres de la familia después de una comilona?¡Qué densidad de información!¿Qué cursos acelerados de mala leche!).

Los hombres, pobres de nosotros, lo único que recibimos de nuestros tíos y primos mayores es un puñetazo en el hombro, un gruñido tipo "Ohg", y preguntar por ¿y con las "pibas" como lo llevas?

De forma que cada hombre se enfrenta sólo a pecho descubierto a TODAS las mujeres que han existido previamente que han instruido a la que tenemos enfrente; peleamos con miles de años de entrenamiento femenino transmitido verbalmente.

Hay que reconocer que si no fuera por ellas, estaríamos en una rama quitándonos los piojos unos a otros y gruñendo ante cualquier hembra a la vista.

Hay formas de escapar de la trampa: por supuesto. Ellas tienen su talón de Aquiles en la fascinación que siente por el macarra que las usa y las desprecia.

Pero ni tu ni yo somos de esa especie. Si lo fueramos no estaríamos haciéndonos preguntas.