No creo que haya que mirar hacia otro lado. En general las posiciones animalistas han traído cosas buenas pero también otras que están llenas de exageraciones y radicalismos que bordean el ridículo. Yo abogo por una mirada realista del mundo animal, no a la Walt Disney. La mayoría de los animales son despiadados, salvajes y auténticas máquinas de matar. La vida se sustenta de otras vidas, sean animales o vegetales así que el sacrificio masivo se mantendrá inmutable. Lo que la gente no quiere es enfrentarse a lo que acontece en la industria alimentaria, química ni en la textil. Dicho lo cual, si alguien piensa que los toros bravos se van a salvar de muertes más horribles y existencias más indignas de las que se les da en la plaza me parece muy ingenuo. Tampoco creo en la tortura del toro, ya que el animal acomete por su impulso contra picadores y banderilleros. Yo creo que si el animal fuera torturado saldría por patas de la contienda. Vamos a ver, el toro no está acorralado en la plaza, puede embestir o desistir, de hecho se retiran toros del coso por ser mansos o por falta de trapío.
La gente que va a los toros no disfruta con las heridas del animal, quiere disfrutar con la destreza y la gracia de una persona blandiendo un capote y danzando al compás de las acometidas de un animal de 500 kilos. Esto para muchos es arte y para otros una tontería.
Al final lo que queda de todo esto es que hay una pelea entre el ser humano y el animal que a tenor del número de bajas de cada bando parece desigual. De lo que no queda ninguna duda es que cuando van al matadero es totalmente desigual.
Saludos