En efecto podemos mirarnos al espejo y ver que llevamos una chupa de cuero, unos zapatos y un cinturon idem y que no habremos comido un filete o un pescado al horno. Seguramente y será cierto en muchos casos no se habrá dado un trato digno al animal en cuestión. Pero nada justifica al resto.
Pero yo insisto, a mi me molesta el espectáculo en su conjunto, mucho y por razones varias que las hago mías y por supuesto cada cual tendrá las suyas.
Respecto a una lucha de igual a igual en que el torero expone su vida ... en fin. Para empezar ahí abajo el único que no está por voluntad propia es el toro y el caballo del picador, el resto están principalmente porque quieren.
Voy a poner un ejemplo un anfiteatro ... un tío enorme con una lanza de madera y por otro lado un tipo en comparación poca cosa con un trozo de tela para marearle un poco y que entre al trapo, nunca mejor dicho. Este en cuestión tiene la habilidad de esquivar al gigantón poderoso pero torpe. Puede ser que el habilidoso en cuestión se despiste y el gigantón le ensarte con la lanza de madera ... pero por experiencia no es para nada lo habitual. Después de unos cuantos mareos salen un enanito con unas lanzas pequeñas pero con unas puntas terroríficas y se las clavan en la espalda al gigantón que aunque sangrando y con heridas gravísimas sigue en pugna con el enano habilidoso que le sigue mareando ya muy debilitado ... pero es que también hay enano a caballo que se acerca al gigantón y le dice ... vena para acá chulito, y cuando está a distancia le clava y aprieta la lanza de manera inmisericorde. en esto ya muy debilitado el gigantón sigue siendo mareado por el enano habilidoso ... ya cuando no le queda fuerza al gigantón se derrota y hace su último intento ... pero el enano habilidoso tiene una espada y viendo al gigantón de rodillas y en las últimas se avalanza y se clava la espada, pero puede ser que a la primera no lo consiga, ni a la segunda, ni a la tercera ... ni, de tal manera que ya entonces le dan un puñal y con el gigantón agónico se lo clava en la nuca.
A todo esto la multitud enfervorecida disfruta de lo que ve, que habilidad la del enano habilidoso y sus "navajeros" y "lanceros" ... al final el gigantón está ahí muerto y ensangrentado en el suelo y la multitud en razón de lo habilidoso que haya sido el enano pide que le corten las orejas con las que se pasea ufano y orgulloso.
Vale si, no ... no es lo mismo. lo otro pasa con un toro ... el resto es igual.
Saludos.