Si el catalán no fuera oficial como el castellano, se podría discutir sobre el asunto.
Pero en Cataluña, desde hace siglos, se usa un idioma -¡Qué casualidad!- que se llama catalán.
De ahí que sea tan necesario hablar uno como otro por eso de la oficialidad.
Como no puede dejar de hablarse castellano como antaño, deben coexistir.
Uno que conocemos todos a más nivel que la media no es problema; el otro que no conoce todo el mundo, debe ser imprescindible para asegurarse que se sabe al mismo nivel.