Cita Iniciado por matias_buenas
[quote author=nacho66 link=1174849896/15#18 date=1174988698][quote author=wynton link=1174849896/15#16 date=1174979894]
Ayer, un día informativamente insulso, en el sitio habitual a una hora en la que habitualmente quedan ejemplares a la venta, me quedé sin El Pais.
Coño Wynton, una conspiración sin duda. Están conchabados el linotipista, el kioskero, de Juana y Pepiño. No me cabe ninguna duda[/quote]
No , es cosa del PSOE, que ha comprado no sé cuántos y los regala . Es que Don Jesús se ve que gana poco y hay que darle más . Ya sabes, cosas de esa progresía malentendida [smiley=evil.gif]

Saludos .
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Que va Matías, has errado el diagnóstico. Fijate las cosas que ocurren aquí en Madrid. Esta misma mañana ví un ancianete que vigilaba con desasosiego a diestra y siniestra, mientras murmuraba algo por lo lo bajini al oído del quiosquero y disimuladamente le plantaba en el bolsillo del guardapolvo un billete de cincuenta. A continuación, salió atropelladamente ocultando varios números atrasados de Penthouse bajo el barbour, de los cuales le cayeron dos o tres en plena estampida. Recogí un ejemplar y en su portada se anunciaba un póster de Exuperancia Rapú & Pedro Jota en plena lluvia dorada.

Al de poco tiempo llegó una ancianita que hizo lo propio para pillar un País, esta vez con un billete de 20, que se ve que la pensión de viudedad no da para más. Ay, País, país, ese peligroso panfleto proetarra, de lectura prohibida por el párroco de barrio, por Don Mariano, y en definitiva, por la decencia imperante entre la gente sensata y las familias de buenas costumbres. Conclusión Matías, queda resuelto el misterio conspolanoico: existe un mercado negro de mercenarios quiosqueros a sueldo de Polancapone, con el siniestro fin de vender esa basura estalinista(*) a precios ususeros.

Por cierto, hace un rato, mientras esperaba el primer plato en un concurrido restaurante de la calle Serrano, desplegué el pasquín polanquista con una chulería impropia en mí. Enseguida percibí el arrobo de unas pijitas en la mesa adyacente, que según me confesaron un poco más tarde, habían comentado entre ellas: ¡uh, qué canalla! ¡si demuestra ese descaro en la mesa, cuál no tendrá en la cama!. Segunda teoría: no existe conspolanoia, es el morbo lo que vende.


(*) inspirado en las sabias doctrinas de don Mariano Boicot