El Ministerio de Comercio sale en defensa del grupo de Polanco y dice que es normal pagar comisiones *
EL MUNDO
MADRID.- El 85% del valor de los contratos que la empresa Fomento de Comercio Exterior (Focoex) ha conseguido en material educativo y sanitario, y que han sido financiados con créditos FAD, fueron compartidos con Eductrade, la sociedad controlada por Jesús Polanco. El secretario de Estado de Comercio, Apolonio Ruiz Ligero, reconoció, precisamente ayer, que existían negocios en materia de educación y sanidad con la sociedad que forma parte del grupo Timón -propiedad de Jesús Polanco- y que estos estaban justificados.
Ruiz Ligero que presentó el «Balance de los créditos FAD durante 1995», centró sus argumentos en que el mercado de exportación en material educativo y sanitario estaba concentrado en un 85% por Eductrade y Sanitrade, razón por la «estas dos empresas han podido llevarse la mayor parte de los contratos».
Según datos de Comercio Exterior, de los 23 contratos de material de educación conseguidos por Focoex, Eductrade ha participado en 15. El volumen de negocio de los 23 contratos ascendió a 240 millones de dólares, de los cuales 202 millones correspondieron a operaciones de la compañía propiedad de Polanco.
En material sanitario, los contratos suman 449 millones de dólares y, de ellos, 181 operaciones se llevaron a cabo también con Eductrade.
Apolonio Ruiz Ligero comenzó su comparecencia ante la Prensa diciendo que se estaba «banalizando» sobre el origen, la naturaleza y la finalidad de los créditos FAD. Manifestó al respecto que estos fondos están sometidos a la disciplina internacional y que se destina únicamente a países con rentas per cápita inferiores a los 2.700 dólares.
LEGALIDAD.- El secretario de Estado de Comercio negó, por este motivo, que hubiesen existido irregularidades en las actuaciones realizadas por Focoex o en la concesión de créditos FAD. Y señaló que esta empresa ha participado, en los veinte años de existencia de estos préstamos, en sólo 48 operaciones, que representan un 10% del total y el 7,4% del importe global -unos 700.000 millones de pesetas- de estos fondos.
El responsable de la Secretaría de Estado de Comercio negó, igualmente, que los préstamos con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo se dieran solamente a empresas públicas ni que tampoco este dinero no se devuelva.
Ruiz Ligero recordó que en 1995 se ingresaron 23.000 millones de pesetas en concepto de devoluciones de créditos FAD. «Sólo ha habido dos fallidos -dijo- uno con Guinea Ecuatorial y otro con Bolivia, que ya han sido resueltos. El resto o se devuelve o se refinancia», añadió.
El secretario de Estado de Comercio justificó el pago de comisiones como una práctica habitual y legal en cualquier operación comercial y señaló que todo contrato de este tipo, tenga o no financiación, está sometida al pago de comisiones.
En los casos en que existe financiación, como la de los FAD, aclaró que estas comisiones no pueden superar el 5%. «No hay nada de malo en la comisiones. Son absolutamente legales», dijo al respecto.
Negó igualmente que se hubiese producido algún tipo de opacidad en la autorización de los préstamos FAD. «No hay ningún tipo de secretismo en la concesión de los créditos y de las subvenciones». En este sentido, señaló que, asiduamente, el Parlamento recibe información escrita sobre todas las operaciones. Previamente, todos los contratos aparecen publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y, a continuación, en la revista Información Comercial Española.
METRO DE MEDELLIN.- En cuanto a si la construcción del Metro de Medellín (Colombia) llevaba implícita también la concesión de créditos a través de material educativo y sanitario, Ruiz Ligero expresó que en el contrato de adjudicación al consorcio hispanoalemán en 1982 -integrado por Siemens y Entrecanales-, no existía ninguna cláusula de compensación.
Reconoció, en cambio, que dos años después -en 1984- surgieron problemas financieros, momento en que las autoridades colombianas acuden al presidente del Gobierno, Felipe González, para que aportase algún tipo de ayuda. El Gobierno concedió entonces un crédito de 4.468 millones de pesetas.
En 1995, se aprobaron créditos con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo por importe de 78.755 millones de pesetas, prácticamente el global de su partida presupuestaria, que era de 80.000 millones, la misma que para 1996. Asia es el continente que recibe de España mayor volumen de este tipo de créditos blandos, que se conceden a los gobiernos de países en vías de desarrollo para financiar proyectos españoles, seguido de Africa y de Améríca Latina.
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Uruguay investigará las operaciones
MONTEVIDEO.- El diputado izquierdista uruguayo Leonardo Nicolini reiteró ayer a Efe su voluntad de llegar hasta el final en la investigación sobre presuntas irregularidades en la compra por parte de Uruguay de equipos con préstamos españoles.
Nicolini, que asegura tener pruebas de que se pagaron sobreprecios y comisiones en esas operaciones realizadas a través de Focoex, salió al paso de una información del diario de Montevideo El País, según la cual hay un «enfriamiento» de la voluntad política para investigar las denuncias.
Ayer se abrió el plazo para constituir la comisión multipartidaria que, por decisión tomada a finales de diciembre pasado por todas las fuerzas con representación parlamentaria, se encargará de averiguar qué hay de cierto en las denuncias surgidas a partir del año 1994 en relación con las operaciones realizadas por Focoex.
Focoex y Eductrade se encargaron de suministrar los equipos y materiales comprados con la línea de crédito FAD por un total de 200 millones de dólares que España concedió a Uruguay en virtud de un acuerdo marco de Cooperación bilateral suscrito durante el año 1992.
En 1994, Alfredo Solari, entonces opositor y hoy ministro de Salud Pública en el Gobierno que preside Julio María Sanguinetti, fue el primero en criticar las adquisiones hechas durante el Gobierno que presidía Luis Alberto Lacalle (1990-1995) con un crédito español destinado a construir y equipar hospitales. Solari manifestó su opinión de que los precios de los equipos suministrados por Focoex eran excesivos y subrayó que por la misma suma y comprando a otro suministrador podría haberse hecho más por mejorar la sanidad pública uruguaya.