Personalmente creo que la propia tecnología OLED ya tiene unos colores y un contraste lo suficientemente "punch" como para no andar forzándolos más.

Es decir, bajar el brillo para que el negro "sea más negro" es perder detalle en los tonos más bajos, precisamente donde hay que buscarlo. Subir el contraste a tope está bien, porque te garantiza que vas a tener unos brillos intensos SIN capar el rango 230-234, yo lo tengo a 96.

A mí el ABL no me actúa tanto como en la 930, que limitaba más. Es decir, que en según que casos me deslumbra un huevo la TV.

Acabo de terminar de ver en Amazon Video el primer capítulo de "American Gods" y es un ejemplo de cómo sacarle el máximo partido al contraste, los colores vibrantes...buf, acojonante el cómo se ve. Y sin tener settings estridentes.

Entiendo que en los videojuegos uno quiera tener colores muy saturados y brillantes, pero incluso a mí con Color a 60 ya me parecen demasiado saturados algunos de ellos, no quiero pensar subir a 80 (y poniendo el rango de color en "Extendido").

Aquí es como todo, el "grading" original de la imagen determina el como lo vemos, y no es lo mismo un grading tirando a naturalista y poco saturado, a uno estilo "Lucy" (la película) donde es una fiesta de colores.

Por supuesto, es todo muy personalista, pero yo, incluso dejando los settings lo más "conservadores" posibles, alucino con la colorimetría, el contraste y el "punch" de imagen que ofrece la tele.

Por supuesto, el contenido MANDA sobre todo. No pretendas ver "Por trece razones" con un look a "American Gods" porque se parecen como una naranja a una castaña. Y aún así las dos lucen espectacularmente cojonudas en su ámbito.

Lo mismo es aplicable a videojuegos. Los hay con una carga más de colorines, y los hay más sobrios. Mass Effect Andromeda luce de cojones con HDR, no hay que ir buscando saturaciones locas y contrastes quita-detalles, me parece salirse de madre.

Pero insisto, cada uno es libre de configurar la tele como buenamente quiera. No lo critico, solo que en una OLED no me cabe en la cabeza quitar detalle para obtener más contraste cuando lo que estás haciendo es desechar información y riqueza en pro de una imagen más contundente pero más pobre.