Esto tiene un motivo de ser. Antiguamente los monitores y pantallas de tubo operaban en un rango de refresco (veces que se actualiza la imagen por segundo) determinado (pongamos de 50 a 120 Hz). En muchos de ellos (la mayoría) se podía "forzar" la frecuencia de refresco de salida al dispositivo, de forma que si la tarjeta gráfica forzaba una frecuencia no soportada por el aparato, podíamos fastidiar la pantalla.

Ahora eso realmente no importa. Si un televisor LCD, LED o Plasma no puede operar en una frecuencia determinada, sencillamente se pone la pantalla en negro.

Pero es una medida de precaución que todavía se mantiene por determinadas circunstancias que sí pueden dar problemas (modelos muy antiguos, y usuarios muy cabezotas).