Se usa a nivel profesional y de masterizado, pero no a nivel consumidor porque una película de 90 minutos ocupa de media unos 100GB. La tasa de ese tipo de archivos es de hasta 500mb/sec, aunque es obvio que se podrían generar archivos para el consumo final por unos 80mb/sec sin que llegue a notarse la degradación (en 2K).
La optimización de Wavelet sin que afecte a la calidad visual es necesaria, aunque probablemente dentro de unos años no sea necesario, pues el más común de los ordenadores tendrá 100TB de capacidad como algo normal.
A nivel de decodificación no necesita demasiada potencia, es bastante menos complejo que HEVC y derivados, y soporta tanto HDR, como 16bits por componente de color, y por supuesto 4:4:4 chroma sampling. Las proyecciones de cine que podéis ver en las salas comerciales están basadas en éste tipo de codecs.