Yo es que creo que para acabar de una vez con el machismo "sistémico" (que no sé muy bien lo que es) habría que actuar de una forma radical. Todas las entrenadoras, técnicas y dirigentes de las selecciones femeninas deberían ser mujeres. Matábamos dos pájaros de un tiro, se acababan los abusos y se fomentaba la Igualdad laboral.
Saludos