Bravo por Rubiales, ese indeseable que debió haber dimitido cuando los audios de Piqué (pero ya sabemos que cierto sector de esta sociedad no afea la corrupción y la malversación, si son de su cuerda), que ha dejado con el culo al aire a toda la prensa vendida y a todos esos feministas liberadores de violadores. nada más que por eso, chapó por él.

Todo lo demás, ruido de fondo.