El "verdadero combustible" para cualquier deporte es el amor por practicarlo y por verlo. Pero para que esto ocurra, se necesita una infraestructura que permita a todos, independientemente de su género, y suelen comenzar en la infancia o la juventud y es donde las oportunidades para niños y niñas deberían ser más iguales.
Si bien la marginación social que sufría la mujer por practicar depende que deportes está disminuyendo, la falta de oportunidades y recursos para las mujeres en el deporte puede ser una forma más sutil, pero igualmente efectiva, de marginación.
El fútbol femenino evoluciona logarítmicamente, el Barça lleva dos años creando afición, en las escuelas las niñas preguntan y quieren jugar al fútbol, esa barrera existía hasta hace nada, y con la llegada del Madrid a la competición la evolución será mayor, y con la consecución de un Mundial (un Mundial, que se dice pronto, con lo que cuesta ganarlo) la afición irá en aumento, es el deporte Rey en Europa, y eso es una base de negocio por explotar, y el momento es ahora.
Vale que las entradas con casi regaladas, pero antes también lo eran, y ahora en algunos partidos llenan estadios, cosa que era desconocida hace 5 años. Y del nivel de juego lo mismo, solo hay que ver un partido hoy en día y compararlo con uno de hace una década.