Ahora el Govern de la Generalitat está donde quería. Tiene el control de la pandemia y la decisión final de si se confina o no depende exclusivamente de la plaza Sant Jaume. ¿Qué estaría diciendo ahora Torra con lo que está pasando en Lleida si la responsabilidad fuera del Ministerio de Sanidad? ¿Se lo imaginan, no? Hoy, en cambio, no se dice nada. Solo se sabe que Torra y la consellera de Salut, Alba Vergès, mantienen una agria disputa interna sobre lo que se tiene que hacer en el Segrià para frenar la propagación del virus. El president quiere confinar a toda la población de la comarca en sus casas y los responsables de Salut creen que se puede atajar el virus sin necesidad de hacerlo. La situación en Lleida se ha complicado porque no se hizo bien el control del virus: falló la detección precoz, el aislamiento de los casos positivos y su cuarentena. Así de claro. Habrá quien seguirá pensando que la culpa es de Madrid. Pero que nadie se ofenda: no es cierto.
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