Es indudable que opiniones habrá de todos los colores, pero la comparación con el ébola no es de lo mas afortunado, entre otras cosas porque hay un pequeño detalle que invalida toda comparación. El ébola no presenta pacientes asintomáticos. Todos los que se contagian presentan síntomas y aunque sea muy letal, es relativamente fácil aislarlo.
El SARS-CoV-2 circula por todo el mundo y solo algunos pacientes presentan síntomas alarmantes y unos pocos mueren. Ese ha sido el gran problema de este virus, su capacidad de transmisión silenciosa, no su letalidad.
Lo que he comentado es que mejor evitar su multiplicación no sea que en una de sus mutaciones se convierta en un virus que además de ser silencioso y escurridizo se convierta en mucho mas letal como sucedió por ejemplo con la mal llamada gripe española.
Apuntas a una evolución del virus hacia una situación mas contagiosa pero menos letal. Puede que sea así. Y puede que no.
La única forma de no jugar a la ruleta rusa es acabar con él de alguna de las formas que he apuntado aunque ya sé que no es fácil, porque permitir que siga circulando entre vacunados y no vacunados, seguirá siendo un riesgo. No olvidemos que este virus ya no se parece mucho a su original, ha evolucionado mucho y lo seguirá haciendo. La enfermedad que provoca ahora tampoco es el Covid 19 de su origen, sino que será Covid 21 por ejemplo. Tampoco es la misma.
Estaremos de acuerdo en que en estos 2 años el virus ha evolucionado llevándose 5.402.430 vidas a día de hoy. De la misma forma que ha aparecido una cepa mas contagiosa pero menos letal, puede evolucionar por otro camino.
Un virus no es inteligente, no decide cual es la mejor manera de sobrevivir. De eso se encarga el azar y la selección natural.
La lógica nos dice que la selección natural apuntará a producir cepas que se multipliquen muy eficazmente pero que no maten al huesped para seguir multiplicándose. Pero la selección natural pasa por muchas pruebas al azar con aciertos y errores y puede que una de esas jugadas nos resulte mucho mas letal que las actuales. Esa es la posibilidad que deberíamos intentar evitar impidiendo al máximo la multiplicación del virus. A día de hoy eso es vacunación, mascarillas y distancia social. Insisto, puro sentido común.
Como también dije en otra ocasión, no es Ómicron lo que debemos temer, sino lo que puede venir si no paramos esto de alguna manera (Kappa, Lambda, Omega...). No digo que vaya a venir seguro, sino que es posible que venga y eso puede ser aterrador. Si creemos que esta pandemia es una pesadilla no quiero pensar en un coronavirus como el SARS o el MERS pero con pacientes asintomáticos. Eso si que sería una autentica pesadilla.



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